Esta frase publicada por un hincha, en el muro de la cuenta oficial de Independiente Santa Fe, resume la preocupación que nos agobia a los que sin importar el inclemente frio capitalino, fuimos testigos de la caída del equipo frente al Deportes Quindío.
Desde la tribuna no se sabía que nos tenía más inmóviles, si el clima o la descoordinación del onceno. Coincido con los que afirman que Otero se equivocó al parar el equipo, dejándole la responsabilidad de armado a Seijas.
Hace falta gente en el medio, que no sólo corra sino que piense antes de entregar el balón, laterales que abran las puntas y delanteros con claridad, ninguna de las formulas le funcionó al “matemático”.
Para mí, como para muchos de ustedes, el solo hecho de reconocer que Bedoya fue uno de los pocos que se destacó, es un factor de alarma; pero me consuela saber que pronto tendremos a Leider pisando la grama y que con él puede volver la claridad y la contundencia al equipo.
Lo visto ensombrece el panorama, es cierto, pero no para llegar al punto de rasgarnos las vestiduras y pensar en empañar los 70 del León, protestando por los nuevos refuerzos y el bajo desempeño de la plantilla, como alguien propuso en Facebook.
Los hinchas estábamos acostumbrados a ver un equipo que jugaba de memoria, que lo dejaba todo en la cancha, que remontaba marcadores, que venía de un proceso cuyas bases datan de 2008, ahora tenemos que esperar con la misma fe con la que aguardamos la séptima estrella, a que el modelo 2011 se acople.
Dos fechas no son suficientes para decir que a los jugadores les falta compromiso o que Otero es un mal técnico, denigrar del “Expreso” es casi que atentar contra el buen nombre de nuestra familia, recordemos que recibimos una herencia que cada uno acogió en su corazón.
De las falencias y las críticas destructivas ya se encargará el cuerpo técnico durante la semana; nosotros preparémonos para la celebración que estremecerá Bogotá: Los 70 del León!
El próximo juego en casa contra Nacional será la ocasión propicia para renovar nuestra fe y cubrir El Campín de rojo. El presente es incierto pero no hay que olvidar que son siete décadas de gloria.
Foto: Terra.com.com/David Felipe Rincón
Melissa Avendaño
Twitter: @Issa2507
