Sucedió en el momento de la ‘empatitis’, cuando algunos hinchas contemplamos el cambio de dirección técnica, medio mundo se vino encima, como si contemplar opciones fuera un pecado capital.
Ahora acontece con el tema de los abonos, hoy que somos CAMPEONES y que estamos ad portas del nuevo torneo, está prohibido recapitular la ‘tortuosa’ experiencia de adquisición de la boletería para la final.
Recordar la improvisación y desorganización de Ticket Shop , los abusos de las autoridades o la falta de control a la reventa, es un insulto para Independiente Santa Fe y los pocos que no tuvieron problemas (acreditados, patrocinadores, socios con derechos deportivos, familiares de jugadores, etc).
Los mensajes institucionales, de las barras organizadas y medios de comunicación cardenales, están encaminados a convidar al hincha a que se abone; ¿quién no quisiera ver El Campín colmado ante el Cúcuta Deportivo o el Envigado, como estuvo frente a Pasto?.
Sin lugar a dudas, todos!! Ahora, ¿quién no quisiera que lo acontecido en la final no se repitiera?. Todos, ¿cierto?, entonces, reconozcamos lo que no estuvo bien y recordémoslo hasta que la presidencia de la institución comprenda que aunque Santa Fe no es una empresa de servicios, es una familia y como tal, cada miembro merece respeto y buen trato.
El fútbol más que un encuentro deportivo es un espectáculo que se nutre de las arengas en las tribunas, de la presencia del hincha en el estadio; por qué no darle su lugar? Ningún operador, autoridad o revendedor tiene derecho a comercializar o manosear las ilusiones cardenales.
El hincha fiel lleva a la pasión albiroja en su corazón, abonarse es una decisión personal que debe ser tomada según el presupuesto de cada uno.
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Por : @issa2507
