Partidos como este frente al Cúcuta son atípicos, de esos que ni el más optimista de imagina que pueda suceder pero sucedió.

Parecía que estábamos clasificados sin problemas a la siguiente ronda de la Copa Postobón, pero en el fútbol no hay nada escrito y Cúcuta salió a dejarlo todo en la cancha intentando remontar, mientras que “Basílico” planteó un partido para esperar colgados de los palos.

Muy temprano los “motilones” se fueron arriba en el marcador (11´), hasta ese momento la ventaja seguía siendo amplia y no “preocupaba” demasiado el hecho de estar abajo en el marcador mientras se mantuviera así, pero no sucedió y 15 minutos después el paraguayo Gamarra anotó el segundo. Ya se asomaba la goleada y por eso González mandó a la cancha a Yulián Anchico por Alejandro Bernal, el cambio le funciono por el resto del primer tiempo y aunque no Santa Fe no logró inquietar con peligro el arco local, si logró controlar un poco la pelota y evitó que llegara más peligro al arco cardenal.

La segunda parte fue lo mismo, Cúcuta atacando, Santa Fe defendiéndose y nosotros los hinchas sufriendo con los “flechazos motilones”. El tercer gol llegó a los 6 minutos de la segunda parte, la noche se nos venía y la clasificación se empezaba a complicar hasta que llegó el gol de Mario González y dio una tranquilidad de cinco minutos al equipo porque enseguida anotó el cuarto gol Cúcuta, la serie se ponía 5-4 a favor de nosotros, y otro gol “motilón” nos mandaba a los tiros desde el punto penal como efectivamente sucedió, cuando faltaban 10 minutos, otra vez el verdugo cardenal en la frontera, Roberto Gamarra, anotaría el quinto gol, algo de no creer, los penales eran un hecho y entrabamos a una lotería.

Los penales

Francisco Delgado fue el encargado de cobrar el primer tiro y lo envió lejos, el turno era para Roberto Polo del Cúcuta y anotó, luego vino Daniel Bocanegra y también lo botó, (En ese momento me sentí eliminado), Elvis González cobró y lo falló, cobró Néculman y anotó, cobró Cúcuta y anotó, Mario González la metió y la ilusión renacía, Pinzón cobró y pegó en el palo , la serie se igualaba y llegamos a la tanda de un cobro, Nazarit anotó y por primera vez en los cobros estábamos arriba, Pajoy convirtió, el tiro final fue para Daniel Torres que convirtió y Camilo Vargas se convirtió en héroe al tapar el cobro de Leonardo Rojano.

Hacía muchos años no sufría tanto por un partido, de hecho la última vez fue en la final de la Copa Merconorte contra América, además que la “excelente” y parcializada transmisión desde Cúcuta ayudó para que la “paridera” fuera mayor, cada “flechazo, flechazo, flechazo” era un golpe al corazón que de milagro aguantó tanto.

Clasificamos que era lo importante y ahora jugaremos contra el Pasto, pero esto es una señal para que “Basílico” se de cuenta que a veces la táctica murciélago no funciona como quiere y no hay mejor defensa que tener el balón.

Al equipo le está costando mucho mantener resultados, tres partidos tres resultados que se han complicado, recordemos el clásico donde íbamos ganando y nos empataron en el último minuto con un penal cometido por Bernal, luego con América que ya saben que pasó y el de hoy que nos golearon, bailaron, hicieron los que quisieron con nosotros y si no es por Camilo Vargas seguramente no estaríamos alegres por la clasificación.

Santa Fe formó con: Camilo Vargas; Jairo Suárez, Daniel Bocanegra, Francisco Delgado y Ricardo Villarraga; Alejandro Bernal, Daniel Torres, Osnéider Álvarez y Mario González; Daniel Néculman y Cristian Nazarit.

Esperemos que la lección haya quedado aprendida, el domingo subestimamos al “pipa” y nos hizo gol, hoy subestimamos al Cúcuta y nos goleó…

Después del partido me acorde la famosa frase del “filósofo” Maturana cuando dijo que “Perder es ganar un poco”.

Creo que en esta instancia de la copa es necesario mezclar titulares con suplentes si es que de verdad queremos ganarla, ¿Qué piensan ustedes?