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Cuatro victorias en línea después de una seguidilla de seis empates en la Liga Postobón, tienen en luna de miel a Wilson Gutiérrez y la hinchada. Atrás quedaron los días de incertidumbre y se acallaron las voces que pedían su renuncia, ¿qué cambió?.

Al parecer el traje de paño y la corbata roja han surtido efecto, desde que el DT de Independiente Santa Fe los porta, el equipo es efectivo y tiene destellos en el medio que inquietan al rival.

No es que juegue mejor, ni que sus líneas se hayan compactado, ni que la defensa esté en forma, simplemente desde el clásico capitalino del 24 de marzo, la divina providencia iluminó a Omar Pérez, Yulián Anchico, Sergio Otálvaro, Oscar Rodas y hasta al boliviano Diego Cabrera, o más bien, colmó de sabiduría a Gutiérrez y le frenó su errónea creatividad a la hora de los cambios.

Algo pasa en el camerino, qué no sé, cualquier especulación es nociva, en el entrenamiento el equipo se ve unido y paradójicamente irradia el liderazgo de dos de jugadores excluidos de la nómina titular, Gerardo Bedoya y Germán Centurión.

El que gana es el que goza, pero no por eso hay que caer en el desmedido triunfalismo, como bien lo dice Gutiérrez: “la meta es la clasificación”, no tenemos el mejor equipo del torneo ni el técnico más experimentado en instancias definitivas, así que vamos paso a paso.

A los que preguntan dónde están los que pedíamos la cabeza del DT y tratan de incendiar las redes sociales recordando su incondicional apoyo al proceso del profe Wilson, quiero primero: reiterarles que exigir resultados no es ir en contra del equipo, los números son los que cuentan y conllevan títulos.

Segundo, indicarles que como todos los miembros de la familia cardenal, estamos a la expectativa del día a día, aplaudimos el buen momento y callamos mientras no haya argumento para exigir renovación.

Gutiérrez ha pasado de ser el villano que cada vez que le metía mano al partido lo dañaba, a ser el héroe que hoy nos tiene a dos puntos de líder y en sintonía con equipos más regulares: Tolima, Huila y Equidad.

Como todos, creo que la prueba de fuego será frente a Atlético Nacional, el miércoles 25 de abril, sin importar el lugar de los ‘verdolagas’ en la tabla, tienen una nómina de respeto; para ganarles además de fútbol y suerte, se necesita materializar la luna de miel entre la hinchada y el onceno.

A por ellos, a colmar la tribuna!

Por: Melissa Avendaño T.
Twitter: @issa2507