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Saludos familia santafereña,


Alegría. No hay otra palabra que describa lo que siente la hinchada santafereña luego de ganar uno de los partidos más esperados de cada torneo, el clásico frente a Millonarios.

Germán González, quien en su acumulado como técnico sólo ha perdido un clásico, el primero que dirigió, mandó al campo de juego a :

Julio, Otálvaro, Valdés, Centurión, Villarraga, Bernal, Flotta, Quintero, Pérez, Nazarith y Yánez.

El juego se presentó muy disputado, tal vez por la necesidad de ganar que tenían ambas escuadras, pero también era evidente la intención de llegar con rapidez al área rival.

Temprano, al primer cuarto de hora, Otálvaro mandó un balón desde la banda derecha, Nazarith distrajo y Bernal, finalmente, definió para darle la primer alegría a la afición cardenal.

Santa Fe se mostró más solido y confiado una vez se fue arriba en el marcador, Millonarios siempre mostró timidez y sus llegadas no parecían lo suficientemente certeras como para crear riesgo, pero Santa Fe se relajó y empezó a titubear en la entrega del balón, producto de esto y luego de una falta de Centurión llegó el empate.

Hay que decirlo, fue un golazo, el balón se metió por todo el ángulo del arco sur sin que Julio o la defensa pudieran evitarlo, Millonarios empató gracias a la virtud de su cobrador. Y como siempre, si le das aire al rival, se crece. Fue entonces cuando el cuadro azul empezó a salir de a poco, pero Santa Fe, bien parado, detuvo todo su accionar.

Así concluyó la primera etapa, la cual no mostró mucho vértigo pero sí mucha entrega.

Los mismos inicialistas arrancaron la segunda mitad con la firme consigna de ganar.

Santa Fe siguió con su idea de juego, no le dio muchas largas al balón pero los azules supieron pararse bien y en medio de sus limitaciones defendieron su arco.

Pero la historia decretaría una nueva victoria cardenal luego de que en el cobro de una falta, Cristian Nazarith marcara el 2-1 con un soberbio cobro, un misil que Obelar apenas vino a ver cuando el delantero ya celebraba al lado de sus compañeros y acompañado de los gritos de la afición.

Los cardenales siguieron con la misma ambición de buscar más goles pero con el 2-1 fue suficiente para ganar y ajustar 10 fechas sin perder ante su rival de patio.

La tabla sonríe, ahora somos 4, tenemos 15 puntos y el futuro no es tan oscuro como hace tres fechas, pero aún falta la mitad del camino.

La próxima cita es la revancha para los azules, en donde harán de locales el próximo fín de semana, para posteriormente dar paso al clásico frente a Nacional.

Celebra santafereño!