CAMPEONES07

Es 19 de Julio y se me siguen aguando los ojos cuando veo una foto, un video o leo un artículo relativo a lo que 36.000 santafereños que vivimos en El Campín, el domingo pasado.

Cuatro días después y camino con el pecho “inflado”, no sólo porque Santa Fe, después de 36 años, vuelve a ser el monarca del fútbol nacional, sino porque los santafereños de verdad, esos que vamos al estadio cada vez que el rojo va a pisar ese gramado para batirse con sus rivales, sabemos lo que esto significa.

Es el fin de burlas, chistes flojos pero hirientes, torneos y semestres de sucesivas decepciones y muchas otras cosas que ponían a prueba nuestra fidelidad por el primer campeón y otras situaciones que, desde el domingo 15 de Julio, a eso de las 8:00 de la noche, hacen parte de nuestro pasado.

Podrán decir que son “el más veces campeón”, que tienen Copa Libertadores en su palmarés, que tienen la nómina más cara del país y muchas otras cosas más, pero jamás podrán decir que tienen la mística que el hincha santafereño carga dentro de sí todos los días. Eso está claro.

Lo invito a recordar lo primero que hizo cuando Wilmar Roldán pidió el balón, se metió el silbato a la boca y termino con la eterna espera de esta gran institución. Lo invito a recordar lo que sintió cuando Omar Pérez se arrodilló en la grama, se tomó la cara apuntando al cielo y estalló en llanto por saber que desde ese momento, él y el equipo que comanda, entraron a formar parte de la gloriosa historia del primer campeón.

Recuerde, entonces, su sentimiento al ver tres generaciones inmersas en un solo abrazo que no terminaba y que fue adornado por las lágrimas de niños, jóvenes y viejos que dejaron atrás días de amargura para vivir lo más feliz: ver a Independiente Santa Fe como nuevo campeón de Colombia.

No es exagerado. Usted, querido hincha santafereño, sabe que lo que en esta carta está escrito es completamente cierto. Lo leí al día siguiente en una columna escrita por un conocido para revista Semana: “el hincha santafereño nace, no se hace”.

Esa frase tiene mucho valor para determinar el origen de un hincha de Santa Fe. El amor por este equipo se lleva en las venas desde que se sale del vientre de la madre. Los hinchas de otros equipos no tienen esa capacidad porque se aferran de consecuciones recientes para justificar su fanatismo.

Nosotros, los hinchas cardenales, no nos cansaremos de agradecer a nuestros viejos por hacernos hinchas del primer campeón y demostrarnos que el sentimiento es interno: es real. Esto me recuerda otra de las miles de frases que se volvieron frecuentes porque estamos viviendo un momento glorioso, glorioso como Santa Fe: “No soy hincha de títulos: soy hincha de Santa Fe”.

Hoy tenemos derecho de celebrar el título y con toda la razón. Sin embargo, creo que es más importante que celebremos el hecho de ser hinchas de Independiente Santa Fe y de poder decirlo con orgullo como lo hicimos antes y después de ser campeones y como lo seguiremos haciendo así nos toque volver a esperar 36 años para celebrar un título de nuevo.

Celebren, santafereños. Esto es merecido porque si existe en el mundo un hincha de verdad, ese es el hincha de Independiente Santa Fe.
Un abrazo para todos y espero que los hinchas vuelvan al estadio como en aquellas épocas en que, sin importar el rival, las tribunas se llenaban y mostraban un solo colorido. Ese que se vio el domingo y que decoró el ambiente para la fiesta que tenía que suceder.

Por: Sergio Gómez Charry
Twitter: @sergiogomez41