Una entrada quizás poco acostumbrada la que ustedes podrán encontrar, pero la ocasión amerita que la pasión quede plasmada en unas cuantas líneas, por eso poca táctica encontrarán en estas letras, pero si mucho sentimiento y alegría.
La cuenta regresiva para los santafereños inició hace una semana aproximadamente donde las ganas por ver al rojo en acción no se hacían esperar y las acostumbradas ánsias se sentían con el pasar de los días, pero el momento esperado y anhelado llegó.
Un día que aún no sé cómo describir, pues cada santafereño que se encuentra en algún rincón de este planeta vivió el encuentro de la Sudamericana a su manera; Los nervios llegaban con el pasar de los minutos y el transcurrir del día, el desespero por llegar al estadio no se hacía esperar y los comentarios entre los hinchas por las diferentes redes sociales solo hablaban de las ánsias por ver al rojo.
Fue así como el sufrimiento por salir de los trabajos, universidades o desde sus lugares de destino se apoderaba de cada uno de los cardenales; el llegar a los alrededores del Nemesio Camacho El Campin y sentir la adrenalina nuevamente, ponía a latir el corazón, pues debo confesar en este escrito que hace mucho tiempo no sentía esa emoción y fe al ingresar al estadio.
Subir el puente peatonal era todo un caos, caos lleno de fe y de esperanza, pues los hinchas que por una razón u otra llegábamos sobre el tiempo de inicio del partido corríamos por cada una de las calles para no perdernos detalle alguno del juego, no hay nada más desesperante que llegar corriendo al Nemesio y tener que aguantar cada uno de los anillos de seguridad, las requisas y las filas interminables que se vieron en este encuentro, que de por sí sería genial ver en cada uno de los partidos.
El correr se convertía en todo un espectáculo, pues cada hincha buscaba lograrse acomodar en su silla que con días anteriores había reservado para disfrutar de su primer amor, Santa Fe.
Al momento de ingresar por una de las puertas que me llevaba a las graderías, mi vista chocaba con las imponentes bombillas del “Campín”, que hacían contraste con las miles de camisetas rojas que lograban una combinación perfecta para una noche perfecta.
Ese comenzaba siendo el momento más emotivo en el primer paso dado dentro del estadio, no existe vista más hermosa que encontrarse con un Nemesio convertido en todo un carnaval.
El partido daba inicio y las alegrías no dieron espera, son 90 minutos donde se pierde la noción del tiempo, tanto así que el primer gol se canto sin saber en qué minuto se estaba, lo único que valía era la celebración entre amigos.
Los minutos seguían transcurriendo y la magia del juego llegaba a los pies de los 11 leones que saltaron a la cancha. Esa magia fue la que nos puso a gritar un gol tras otro, rostros de celebración se veían en las tribunas, mientras el “porropopo porropopo el que no salte no es del león” se tomaba desde temprano las graderías del Campin.
Increíble pero cierto era el marcador que llevaba a los 15 minutos de descanso, un 3-0 en 45 minutos nos estaba asegurando la clasificación a cuartos de final en la Copa Sudamericana, pero esto no iba ser suficiente pues Santa Fe quería premiar a sus fieles hinchas con una clasificación llena de goles.
Y como dice el dicho, “la capital se vistió de rojo”, y de qué manera, pues un triunfo que alegra la semana de cualquier santafereño, fue el obtenido en este encuentro contra Botafogo.
Partido que no solo alegró por el triunfo obtenido, pues en este juego todos querían ser protagonistas y pertenecer a la historia que se estaba escribiendo. La evidencia quedó grabada en las cámaras y fue vista por millones en el mundo: El visitante, un canino que apareció en el segundo tiempo en la cancha.
Este perro entró a la cancha como un jugador más y puso a gritar el famoso “ole” a los hinchas que felices sonreíamos con el “show” que se estaba presenciando en esos momentos.
Una noche perfecta es la que podemos describir los santafereños, pues hasta San Pedro fue cómplice de esta dicha, cuatro goles, noche sin lluvia, el “show” del perro y la clasificación a cuartos de final, son el resultado de 180 minutos de encuentro con un rival fuerte.
En este partido ningún león puede quedar por fuera, cada uno sacó la garra que lo caracteriza y dio lo mejor para lograr la clasificación.
Prefiero no nombrar a los jugadores más destacados porque para mí todos merecen un aplauso por la alegría que nos mando felices a cada una de las casas.
Un paso más el que se da y otro que llega tanto para jugadores como para los hinchas que fieles a nuestro amor, acompañaremos la próxima semana en cada uno de los partidos, pues hoy nuevamente queda demostrado que existimos santafereños para rato.
No me resta más que decir, solo hacer la invitación para que todos llenemos el Nemesio, porque la fe esta más latente que nunca.
Los goles cortesía de @andrewfpb
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Ana María García Ramírez
Twitter: @Anita_Cardenal
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