Era ganar o ganar, el partido definitivo del año, una final, pero nada salió bien.

La fé de ganar en Barranquilla después de 22 años era grande, pero como ha pasado en los últimos 33 años no pasa de eso, fé.

Es poco lo que hay que decir de este partido, Santa Fe defendiéndose, Junior atacando y dueño de la pelota durante todo el partido. Errores defensivos que costaron goles y por ende la eliminación de los cuadrangulares.

Hernán Darío Gómez nunca pudo encontrar el equipo ideal en todo el campeonato y este partido no fue la excepción.

El primer gol “tiburón” llegó por Teófilo Gutiérrez luego de una descolgada de Haider Palacios que centró rastrero para que el joven goleador la metiera al arco sin que Julio pudiera hacer algo. La reacción de Santa Fe no apareció, Junior buscaba el segundo y los goles en las otras plazas se empezaban a anunciar, la eliminación se empezaba a reflejar en la cancha.

Para el segundo tiempo salió Bernal y entró Nazarit que demostró que tenía que con ser titular.

Un error de Patiño, le permitió a Yánez anotar el segundo gol para el Junior y ahora si la eliminación un hecho, Santa Fe no mostraba fútbol para empatar, el campeonato se terminaba.

Cristian Nazarit descontó a los 12 minutos del complemento pero no alcanzó, minutos después Junior anotaría el tercero y sellaría la goleada “juniorista”.

La historia se repite

Una vez mas Santa Fe eliminado, un año de fracasos, cambios de técnico, jugadores, millonarias inversiones, pero de fútbol nada.

La pregunta ahora es ¿Qué debería pasar? Muchos piden la cabeza del técnico, jugadores, directivos, y no se esta tan lejos. Santa Fe tiene una nomina de 35 jugadores, demasiados para afrontar un solo campeonato, la salida de muchos de ellos no debe esperar, el mismo martes deberían pasar su carta de renuncia (cosa que no va a pasar), el técnico está ratificado, no es bueno cambiar de entrenador cada 6 meses, los directivos continuaran pero ante un año de fracasos deberían ser los primeros en dar un paso al costado (tampoco va a pasar), acá como siempre no pasa ni va a pasar nada, seguirán jugando con una hinchada que no aguanta más fracasos, y acabando con la grandeza de nuestro Santa Fe.

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