altAh, épocas aquellas en las que se tenía que madrugar a conseguir las boletas para poder ver a SANTA FE. Antes que la violencia de las barras se tomara el estadio y nos dejaran sin muchos viejos hinchas. Antes que los pobres resultados no nos permitieran reclutar nuevos hinchas.

Ni van los viejos hinchas, ni tenemos nuevos hinchas.

Los que vamos, como yo, hacemos parte de una generación intermedia. De los que aunque no hemos visto ser campeón a SANTA FE (y con ello me refiero a la estrella), somos hinchas por un legado de consanguinidad, por herencia, por familia, por tradición, por historia, por amor. De los que aunque sabemos que ahora mucho delicuente se disfraza de hincha para ir cometer delitos al estadio, tenemos claro también que no son todos los hinchas unos desadaptados y aun hay sectores de las gradas en las que se puede disfrutar del fútbol.
En el pasado reciente, ¿Cuántes veces se ha visto colmado El Campín en juegos de SANTA FE? Deben ser muy pocos. Los partidos contra américa, nacional o los vecinos a veces, e infortunadamente, en varias ocasiones aunque con buenas entradas, hemos sido minoría.

Tal vez, las mas recientes son: Final Copa Colombia 2009, solo santafereños; Amistoso vs. Real Madrid, muchos infiltrados haciendo barra por Real; Final Copa Mustang (ahora Liga) 2005, eramos santafereños como el 60%; Final Copa Merconorte 1999, eramos el 50%; Final Copa Conmebol 1996, cardenal 100%.

5 partidos con buenos aforos, con estadio prácticamente lleno en 14 años. Preocupante!!!

No podemos juzgar ni a los viejos, atemorizados por las «barras bravas», ni alos jóvenes quienes escojen otros equipos porque SANTA FE nunca ganó nada como para llamar su atención. Sumémosle a eso, estos escándalos, taan pco favorables para la buena imagen de la institución, de los presuntos vínculos con dineros mal habidos.

Nosotros, esa generación intermedia somos los aun vamos a El Campín, somos esos «cinco mil de siempre». Los que ya nos saludamos de abrazo y beso, porque a fuerza de vernos los mismos cada 15 u ocho días ya nos hemos convertido en una familia.

Nosotros somo el 60% de esos 5.000. El 40% restante se divide en un 20% de hinchas viejos que nunca perdieron la sana costubre de acompañar al equipo y el otro 20% esos malos personajes que van a pedir plata, a «retacar pa’ la boleta», meter vicio, a robar a los propios hinchas de SANTA FE y a buscar camorra con cualquiera que nos les parezca de su agrado.

Tal vez, esas proporciones que muestro no sean reales y cada uno de ustedes tenga su propia proporción, pero solo lo doy como ejemplo de lo que yo veo en El Campín, cada vez que voy.

Cuanto diera porque los buenos resultados volvieran rápido. Mucho bogotano joven y niño puede volver sus ojos a SANTA FE con solo verlo conseguir un campeonato. Hemos perdido años de potenciales hinchas. Una generación completa.

Cuanto diera, porque como en la foto, cada vez que fuera a buscar boletas ya estuviera ese aviso en la puerta. «AGOTADAS LAS BOLETAS«. Como en aquella puerta inolvidable de madera, cuando la sede quedaba en la 39, abajo de la caracas, en la antigua sede del tradicional barrio de Teusaquillo, en la que «Monaguillo» se paseaba por el antejardín de la casa en pleno centro residencial de Bogotá.

Ah, épocas aquellas.

PD: La fotografía, tan bien lograda y tan nostálgica, como el logo en ella lo hace ver, es parte de independientesantafe.com
misantafe.net e independientesantafe.com UNIDOS X SANTA FE