quintero

Saludos familia Santafereña,

Independiente Santa Fe jugó su partido frente al Atlético Nacional conociendo de antemano que aún de ganar no volvería, por ahora, a estar dentro del grupo de los 8. Aún así se tenía la firme idea de que perder o empatar era prácticamente repetir la misma historia de los últimos torneos donde en la etapa descisiva no se lograban los resultados, se perdía el juego y eso que muchos llaman jerarquía se quedaba guardada en las primeras fechas del torneo.

Pero la historia nos enseña que ella misma se reinventa y que nada está escrito y todo está dado por hacer.

Fue así como todo el grupo, dando muestras de unión y laboriosidad, se encaminó hacia el objetivo: ganar en Medellín.

Basílico tenía un dolor silencioso adentro. Era en ese mismo escenario donde había perdido la final en 2005, la última vez que dirigió allí, sintió ese 2-0 con el dolor que todos los santafereños, pero la vida da oportunidades, pero también da pequeñas revanchas.

Hoy se vio una mínima muestra de la revancha que quiere Basílico con Santa Fe.

Los once leones que arrancaron en la nómina titular fueron:

Julio, en el arco; Lozano(sub 18),Valdés, González, Villarraga en el cuarteto posterior; Anchico, Torres, Quintero y Seijas en la línea de volantes; arriba y como delanteros, Néculman y Gutiérrez.

En la nómina titular se evidenciaron varias novedades con respecto a la nómina habitual. Algunas de ellas obligadas, como la ausencia de Pérez  por suspención, y otras sorpresivas, como la de Villarraga en lugar de Arizala.

Al minuto 5 ingresó Otálvaro en lugar de Lozano.

Muy rápido Santa Fe mostró su idea de ganar. Tocó, manejó, corrió y lucho. Demostró una vez más que no está muerto quien pelea y hoy en la lucha nada más efectivo que el corazón de un santafereño.

En una jugada por la zona izquierda, en la cual Daniel Néculman es derribado, Luis Manuel Seijas cobra con gran exactitud para que Yulián Anchico impacte de cabeza, pero Pezzuti logra impedir el gol desviando el balón de modo que golpeara en el horizontal, pero la zaga verde no repentizó adecuadamente dando lugar al posterior e inmediato cabezaso del delantero argentino, quien abrió el marcador para la visita. 0-1 Santa Fe pegó primero.

Al parecer Nacional no pudo reponerse rápidamente del golpe sicológico de ir perdiendo en su casa y le dio espacio a Santa Fe para seguir jugando a su antojo.

Basílico empleó un 4 2 2 2, en donde los volantes extremos, Anchico y Seijas, fueron pieza clave para el desarrollo de su idea futbolística.

Gracias a los desbordes por las bandas los cardenales manejaban a placer la esférica.

Seijas, luego de un balón largo tuvo otra opción clara de anotar pero se desvió por poco. También el chileno tuvo una bonita jugada en la cual ganó la posición al defensor y mandó el balón con borde interno, el cual posteriormente goleó en el poste horizontal ahogando el grito de gol para los rojos de la capital. 

Producto de esto, y en una serie exquisita de pases, Juan Carlos Quintero logró meter la esférica en medio del mano a mano frente al arquero extranjero. 0-2 y Bogotá gritaba una alegría más.

El primer tiempo mostró a un Santa Fe superior, tanto en el juego como en el marcador.

Poco antes del final, en medio de una jugada rápida, JC Quintero derribó a un jugador verde en el área: penal y Nacional tenía un poco más de aire.

La segunda etapa se realizó como estaba prevista de acuerdo a las circunstancias. Santa Fe jugando a la contra y Nacional en busca del empate.

Ingresaron Gómez por Seijas y Álvarez por Otálvaro, para oxigenar y dar manejo del partido.

Pero esta vez Santa Fe mostró que también se sabía defender, y armó un 4 4 2 rígido y que se mostró dinámico a la hora de atacar.

Néculman tuvo la gran opción de conseguir el 1-3 definitivo pero en el mano a mano perdió su chance.

Al final una gran victoria que vuelve a meter a Santa Fe en la pelea.

El miércoles se repite el partido, esta vez por Copa Postobón. Esperamos otro resultado positivo.

Por Copa Mustang Santa Fe jugará frente a Once Caldas el próximo fin de semana en el Campín.