altMás allá del resultado adverso en Neiva, Huila 1 – Santa Fe 0, lo ocurrido marca un reto: acompañar al Expreso en el ‘Plazas Alcid’ cuantas veces sea necesario hasta que se rompa el hechizo.

Tres derrotas en instancias finales en los últimos años, no dan lugar a dudas, algo sobrenatural le impide a Santa Fe salir triunfante en la capital opita.

Siempre con el Rojo

Con la firme intención de traernos la clasificación a la final en el bolsillo, salimos el sábado muy temprano camino a la capital del Huila, ni la lluvia, las cábalas o los antecedentes impidieron que tomaramos carretera.

Más orgullosos que siempre de ser santafereños y con la ilusión intacta iniciamos el viaje, la espesa niebla de la salida de Bogotá y el nutrido tráfico del ascenso a Silvania, aumentaban las ansías de sentir las brisas del río Magdalena.

Pero una parada más larga de lo habitual antes del peaje de Chinauta fue el primer obstáculo. «Hay un derrumbe en la vía cerca al boquerón y cerraron el paso», dijo el conductor de la aerovan en la que viajábamos.

Incrédulos, descendimos del vehículo para ver que pasaba y nos encontramos con un reporte poco alentador, «La remoción de escombros y la orden de paso en la vía, puede tardar como mínimo dos horas».

Dos horas?, eran casi las 10 de la mañana y estábamos a 4 horas de Neiva. Entonces empezaron los contactos, las llamadas a la Comunidad Santafereña y  quienes habían viajado en la noche del viernes. Si ellos lo habían logrado, la afición que estaba en camino, también lo haría.

Cuando todo hacía pensar, que el arribo a Neiva sería sobre tiempo y “ad portas” del partido, una voz gritó a lo lejos tras casi 30 minutos de espera,  «abrieron la vía». Todos a sus puestos, el viaje continúa.

Luego del impase y tras superar un par de trancones a causa del mal tiempo, ya en Saldaña, un poco de sol nos reconfortaba.  Con el pasar los letreros de kilometraje en la vía y la cercanía al destino final, aumentaban nuestras expectativas.

Cerca de la 1:30 de la tarde, coronamos. Llegamos a Neiva, con la camiseta puesta y la convicción de que fuese cual fuese el resultado, estábamos allí para acompañar al equipo y sentir, oír y ver lo indescriptible, lo que no se ve la t.v.

Un recorrido por la ciudad y por el centro comercial San Pedro plaza, donde acaparamos todas las miradas, antecedieron nuestro arribo al estadio Guillermo Plazas Alcid.

Más allá de la derrota, disfrutamos y sufrimos el juego en el estadio, salimos con el reto de volver a Neiva y acompañar al equipo hasta verle salir triunfante.

Las cosas se nos están dando por mérito propio o por resultados externos, no hay que perder el impulso, quedan dos juegos y falta poco para ver al Rojo en las finales

Nos vemos en El Campin en el partido frente al Tolima, para que juntos construyamos la historia del camino a la final.

Por: @issa2507