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Otro clásico que pasará a la historia entre Santa Fe y Millonarios, y seguramente no será recordado por su gran despliegue futbolístico o grandes jugadas individuales sino como en los últimos años, porque los equipos tienen en mente conseguir un resultado y sumar, lejos de contribuir al espectáculo del fútbol.

Por supuesto que no es un pecado, es una realidad, Italia, que se llevó la Copa del Mundo en el año 2006, así lo demostró. Sin un fútbol vistoso, sin grandes jugadas, sin un despliegue en la cancha, le alcanzó para ser la selección más poderosa y así es, las matemáticas se han convertido en el fuerte del fútbol, un fútbol resultadista.

El pasado sábado en el clásico capitalino, vimos un primer tiempo con algunos momentos interesantes, por instantes se ve que Mosquera en Santa Fe será la gran figura pero luego, desaparece. Obviamente que, como lo dijo Bolillo, está falto de fútbol y sí a eso le sumamos que Toloza está bajo las mismas condiciones pues ya vamos viendo el panorama. Cinco volantes y un punta es la solución que Bolillo le da a este Santa Fe que cuando empezó bajo su mando, contaba con la suerte, pero ahora de esa suerte queda poco. Una jugada infantil de Flota, además innecesaria, le dio el empate a Millonarios y pare de contar.

Ese fue el resultado más justo que pudimos tener sobre lo que vimos en la cancha, pero lo más injusto para la gente que se tuvo que aguantar un aguacero y soportar las imprecisiones de lado y lado. Soy fiel hincha de Santa Fe, en las buenas y en las malas, pero debo decirles que el panorama no es bueno, ni alentador. Ojala que el Presidente de Santa Fe se de cuenta a tiempo, que sí la hinchada no acompaña no es por culpa del clima, la situación económica o por pereza, sencillamente ese equipo juega muy feo y de ganas no se ganan los partidos.

Para responder a la duda de miles de hinchas santafereños de sí vamos a clasificar, soy el más optimista y creo y quiero que así sea, pero al pensar en un título, soy claro en que a este equipo le falta trabajo y creerse más el cuento de lo poderoso y significativo que es jugar en Santa Fe, ahora, a eso súmenle que el técnico de nuestro equipo diga que tiene temor de no clasificar. Estoy convencido de que la nómina es buena, tengo claro que hay talento pero depende del director como suene la orquesta. Ahora se viene Pereira en Pereira, si usted cree en algo, aférrese a sus creencias, luego Cúcuta en Bogotá y tienen la obligación de ganar en casa y cerramos con el Junior en Barranquilla, difícil, muy difícil.

Amanecerá y veremos, como dicen por ahí, pero es que sólo faltan tres fechas y se ve muchas ganas y poco fútbol.