En nuestro periplo por el sur del Continente acompañando a Independiente Santa Fe, además de alentar, comer bien, tomar mucha y buena cerveza y conocer lugares iconos en el fútbol sudamericano; ratificamos la grandeza ‘cardenal’.

No solo nos tomamos la Av. Colon en Asunción, sino que hicimos algo nunca antes se había visto en esa ciudad: llegar al estadio caminando al compás del redoblante, mostrando los trapos e izando las banderas; Además de todo dimos testimonio de FE y lealtad a nuestro «expreso».

Desde el momento en que llegamos al museo de la Conmebol, hasta cuando pisamos la mítica «Bombonera», los hinchas de Mineiro y de Corinthians nos reconocieron y dijeron: «Ahh Santa Fe, o melhor da Colômbia».

Si recorrer la cancha de Boca Juniors vale la pena, el doble lo vale escuchar a su guía explicar el organizado y rentable sistema de asociación que maneja el club, y decir “… de continuar con campañas como la reciente, muchos dejaremos de pagar la cuota, la economía no da”.

¡Imagínate! Si los «boquenses» contemplan abandonar con tan solo una mala campaña, qué diremos nosotros que padecimos 37 años de espera para bordar una estrella de campeonato y 52 años para llegar a las semifinales de la Copa Libertadores.

El sentimiento «cardenal» es inmedible e indescriptible, no porque lo sienta yo, lo sientas tú o lo sienta nuestra familia, lo es porque nos aleja del triunfalismo, nos llena de aguante y nos permite disfrutar un buen momento independiente al resultado.

Ir al Sur sirve para aprender un poco de historia, para valorar el presente y soñar con el futuro; para reconocer que el Nemesio Camacho ‘El Campin’ es una gran casa, bonita, aseada, sin rejas en las tribunas, acorde a la hinchada que la visita.

Que Bogotá es una ciudad moderna, con los mismos trancones de Buenos Aires, con más vistosidad que Asunción y con un sistema de transporte urbano envidiado por las dos. La flota de buses de este par de capitales se quedó en los años 70 y 80. Como el auge del rock en español y otras tantas cosas que admiramos del sur.

Ni Olimpia, ni Newell’s, ni Minerio son más que Santa Fe, ni por su historia, ni por sus copas. Nuestro onceno cree en la cantera, en la experiencia de los referentes nutrida con la energía de los juveniles, tiene “mística” como diría el Sr. @Dylandelarge, comprende el fútbol moderno, aquel que no “come” de camiseta.

Somos inmedibles e indescriptibles, estamos a la altura de la disputa. Este martes, hay que llenar nuestra casa y acompañar el rugido del León.

Por: Melissa Avendaño
Twitter: @issa_ave